El deporte es una parte importante de nuestras vidas: no sólo es esencial para mantener unos hábitos de vida saludables, que además podemos y debemos enseñar a nuestros hijos; también nos hace más felices y nos llena de energía. Pero, ¿cuándo practicarlo si además de conciliar trabajo y familia tenemos que prestar atención a nuestra vida social y de pareja? ¿Hay tiempo material? Te damos algunas ideas para sacar tiempo cuando parece que no lo hay:
1. Haz ejercicio a deshoras. Es decir, mientras los niños duermen, bien temprano por la mañana, bien por la noche después de acostarlos. Funciona sobre todo con los ejercicios en casa, como yoga o pilates(después de haber consultado con un instructor profesional, para evitar lesiones), o la gimnasia tradicional, por ejemplo siguiendo el programa de ejercicios de una App deportiva. Puedes destinar estas horas del día a los ejercicios con pelotas, bandas elásticas o pesas, sin interrupciones, sin tener que salir de casa y dedicándote tiempo sólo a ti. Mantén una rutina diaria de 10 a 30 minutos para que te quede tiempo para relajarte sin dejar de estar en forma
2. Alíate con otras mamás en la misma situación. Por ejemplo para salir a correr o ir juntas a alguna clase en el gimnasio. Nadie como ellas para entender los difícil que es conciliar vida laboral y personal: serán las primeras en darte consejos útiles sobre cómo exprimir el tiempo, incluso para hacer deporte.
3. Incluye el ejercicio en tus desplazamientos diarios. La idea es intentar caminar o montar en bicicleta lo más posible, en lugar de coger el coche o usar el transporte público. Por ejemplo, bajarte dos estaciones de metro antes te permite caminar en dos tandas de 20 minutos si lo haces antes de llegar y volver del trabajo cada día, superando los 30 minutos diarios recomendados.
4. Busca el gimnasio que tengas más cerca de casa o del trabajo. Cuanto más cerca esté, menos tiempo tendrás que invertir en ir y volver del gym: no es sólo una cuestión de evitar la sensación de pereza (otro factor importantísimo a la hora de incluir el ejercicio en nuestro día a día), sino de ser pragmáticos con las pocas horas de tiempo libre que deja la paternidad. Si no tienes uno cerca de casa, busca uno cerca del trabajo: puntos extra si se trata de una franquicia que te permite usar gimnasios en distintas partes de tu lugar de residencia, o si disponen de guardería para dejar a los niños mientras asistes a una clase de pilates. Algunos centros incluso ofrecen programas de ejericios para mamás y 'peques'. Lo que nos lleva a...
5. Practica deporte con los 'peques'. No sólo el yoga con niños: desde que son pequeñines, puedes contar los paseos con el recién nacido como parte de tu plan de ejercicios si los instauras como una rutina (todos los días a la misma hora); y a medida que se van haciendo mayores, puedes ampliar las miras deportivas de toda la familia con sesiones de patinaje y bicicleta, tardes de natación o rutas sencillas de senderismo.
6. Reparte las tareas familiares de forma equitativa. Con un calendario donde cada mitad de la pareja pueda dejar constancia de qué mañanas o noches necesita tener disponibles para hacer ejercicio. Es una manera eficaz de que el otro sea consciente de que esas noches le toca preparar la cena y meter a los 'peques' en la cama. Lo mismo con el calendario de los 'peques': ¿qué días tienen actividades extraescolares? ¿Te da tiempo a pasar por el gimnasio mientras están en clase de música?
7. Busca ejercicios híper efectivos. Sobre todo si tienes poco tiempo: cuánto más eficaz sea el ejercicio, más podrás condensar tus rutinas en el menor tiempo posible. Por ejemplo, con ejercicios orientados a incrementar la masa muscular, que ayudan a acelerar el metabolismo. Es importante que el tipo de disciplina sea de tu agrado para no tirar la toalla de pura frustración, así que prueba con varias disciplinas hasta dar con la más adecuada o consulta con un instructor de fitness.
8. No te pongas metas imposibles. Correr solamente 2km. es mejor que cero. Hacer gimnasia únicamente una vez a la semana es mejor que ninguna. Es importante intentar respetar las rutinas de ejercicio desde el primer día, pero si no puedes llegar a todo, o tienes grandes limitaciones en tu tiempo libre, es mejor no frustrarse e intentar hacer lo máximo posible. Por poco ejercicio que hagas, siempre será mejor, y más saludable, que no hacer nada.
(Foto retomada de www.vitonica.com)
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