(Foto retomada de www.fitnessenfemenino.com)
El ciclo
menstrual está compuesto por tres fases: folicular, ovulatoria y lútea. Entre
éstas se experimentan cambios fisiológicos que afortunadamente son predecibles
y hay que tener en consideración, por lo tanto, podréis adaptar vuestra rutina
para obtener mejores resultados.
Fase Folicular.
Este período empieza una vez se acaba la
menstruación. Tiene su inicio el día 1 hasta el 13 del ciclo. Por otra parte,
se experimentan los siguientes cambios fisiológicos:
·
Mayor sensibilidad a la insulina: Consecuentemente
tu cuerpo tiene una mayor tolerancia a los carbohidratos.
·
Mayor uso de glucógeno:
En esta fase, la fuente principal de energía proviene del glucógeno, con lo que
hay una menor quema de grasa.
·
Reducción del metabolismo: Una semana antes de la
ovulación es cuando se encuentra el punto más bajo del metabolismo.
ENTRENAMIENTO: Aprovecha para realizar buenos
entrenamientos, ya que tu rendimiento está en un buen punto en esta etapa.
Obtendrás tus mejores resultados. Además, los ejercicios explosivos como el
HIIT te ayudarán a que la reducción del metabolismo no se vea tan alterada.
ALIMENTACIÓN: Por lo que hace a la alimentación,
puedes incrementar un poco el consumo de carbohidratos. En caso de estar en
fase de definición, también podrás incrementar ligeramente tus recargas. De
esta forma, el músculo tendrá más facilidad para construirse.
Fase Ovulatoria.
Esta etapa dura entre 16 y 32 horas, en
los días 14 y 15 del ciclo, cuando el óvulo se coloca al útero.
·
Reducción del apetito: Se cree que esto sucede
porque la naturaleza quiere que nos centremos más en procrear que es comer.
·
El metabolismo empieza a elevarse.
·
Incremento de la fuerza: Nos encontramos a
un punto álgido de testosterona, con lo que nuestra fuerza será mayor.
·
Mayor riesgo de lesión: debido al
incremento de fuerza, ya que no tenemos tanto control neuromuscular.
ENTRENAMIENTO: Tal y como se da en la fase folicular,
el rendimiento deportivo se ve beneficiado. Así que da lo mejor de ti en los
ejercicios. Eso sí, ten en cuenta de poner en práctica la mejor técnica para no
hacerte daño.
ALIMENTACIÓN: Empieza a reducir los carbohidratos de
tu dieta, ya que tu cuerpo tolera la insulina cada vez menos.
Fase Lútea.
·
Aumento del apetito: Es la fase en la que
tenemos más hambre y antojos, llegando a consumir hasta 90-500 calorías de más
por día.
·
El metabolismo crece hasta un 8% en
comparación a la fase folicular.
·
Peor sensibilidad a la insulina,
con lo que recomendamos bajar la ingesta de los carbohidratos.
·
Mayor uso de grasa, ya que se convierte
en nuestra fuente
principal de energía.
·
Se maximizan las ganancias en músculo debido a la mayor liberación de hormona del crecimiento.
·
Menor producción de serotonina, la hormona de la
felicidad. Por lo tanto, experimentaremos mayores cambios de humor. Además,
esto también afecta a que tengamos más antojos.
·
Mayor retención de líquidos.
ENTRENAMIENTO: Después de ver los cambios
fisiológicos de la última etapa del ciclo menstrual, te aconsejamos que durante
estos días no realices entrenamientos de alta intensidad, ya que no llega tanto
oxígeno a los músculos. Así que lo mejor será realizar sesiones aeróbicas.
ALIMENTACIÓN: Si
consigues controlar tus antojos y tu ingesta durante estas semanas, el
aumento metabólico te ayudará a quemar más grasa. Comer fruta o chocolate negro entre las comidas principales te
ayudará a mantenerte firme con tu alimentación.
Para reducir la retención
de líquidos se
aconseja comer sin sal y beber como mínimo 2 litros de agua diarios. De todas
formas, este consejo es aplicable durante todo el ciclo menstrual.
(Foto retomada de www.fitnessenfemenino.com)
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